La alimentación repercute en nuestro bienestar tanto a corto como largo plazo. Cada vez más se sabe que mantener una nutrición adecuada marca la diferencia en nuestra salud y es fundamental para la prevención de factores de riesgo relacionados con numerosas enfermedades.
Las necesidades de nutrientes varían en cada persona según diversos aspectos como la edad, el sexo, enfermedades que haya o esté transitando, entre otros; por lo que es importante recibir un tratamiento personalizado. Además, hay ciertas situaciones que requieren especial atención y un tratamiento nutricional en particular, algunos signos a los que prestar atención son fluctuaciones en el peso, existencia o aparición de problemas gastrointestinales, cansancio o falta de energía, enfermedades frecuentes (infecciones, resfriados).
En nuestras consultas nutricionales buscamos que el paciente sea el protagonista en su proceso de crear hábitos más saludables, siempre desde un enfoque de la educación alimentaria. Para ello tendremos una primera consulta en la que se conocen los hábitos, patologías, medicación, gustos y preferencias de alimentos, entre otros aspectos que servirán de base para el tratamiento.